Hoy, martes 14 de abril, llevamos 25 días de Aislamiento Social Preventivo y Obligatorio (para todos: Cuarentena).
Llevo muchos días sin salir de casa porque estoy en grupo de riesgo (mis problemas cardíacos hoy más que nunca me juegan en contra). Mi lugar de trabajo sigue en funcionamiento, pero yo no puedo ir. No puedo ver a mi pareja, ni a mi abuelo, ni a mi hermana por ser médica... ni siquiera salgo a hacer compras. El único consuelo es que no soy la única así, ¿no?
Todo en nuestras vidas se ha visto modificado de un momento para otro: Trabajo, estudio, actividades de ocio...
Esto nos ubica en un escenario totalmente incierto, y todos sabemos que la incertidumbre nos provoca incomodidad...¿Qué va a pasar?
Hay tantos aspectos para tener en cuenta: ¿y si me quedo sin trabajo? ¿y si alguien a quien quiero se enferma? ¿cómo va a quedar la economía?
Creo que ante todo esto, debemos mirar para adentro y replantearnos las cosas. Establecer prioridades. Tomar aire e intentar vivir un día a la vez.
Es difícil, ¿no? Venimos acostumbrados a la rutina, a nuestro ritmo loco, a todo el movimiento de nuestras vidas.
Se trata de aprender a vivir de nuevo.
Mi reflexión del día:
Todos los días se debe aprender:
Aprender algo nuevo, aprender más de mí, aprender de los que me rodean... y aprovechar este tiempo para crecer.
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